Sala 2, Vitrina 16
Botellas de cerámica
Costa norte del Perú
Época Auge (1 – 800d.C.)
ML004112, ML010720, ML010816, ML010933, ML013623, ML013653.
Los antiguos peruanos tenían, como toda sociedad agrícola, una preocupación fundamental por conocer los ciclos de la naturaleza. Sabían que en la naturaleza hay ciclos, como aquellos marcados por el retorno de las estaciones. Consideraban que de manera semejante, los seres humanos nacemos, vivimos, morimos y pasamos al mundo subterráneo, desde donde la vida vuelve a nacer.
Las fuerzas que animan al mundo son opuestas, pero complementarias a la vez. En el centro de la cosmovisión andina está el concepto de DUALIDAD. En quechua, el concepto de la dualidad complementaria se conoce como TINKUY, semejante al concepto de YIN-YANG de la filosofía oriental, que tiene su origen en las antiguas religiones agrarias.
Los ciclos naturales son posibles porque las fuerzas que animan al mundo están en constante movimiento. Esta dinámica es representada por el símbolo del ESPIRAL.
En el mundo andino se conciben tres planos o mundos: el mundo de arriba, el HANAN PACHA, donde viven los dioses, el mundo terrenal, el KAY PACHA, donde viven los seres humanos y los animales, y el mundo de abajo, o UKU PACHA, donde viven los muertos. Estos tres planos se representan con el símbolo del ESCALONADO, y la voluta en la aparte superior simboliza la dinámica entre estos mundos.
En el mundo terrenal los seres humanos ejecutan rituales para asegurar que las fuerzas del mundo de arriba y las de mundo de abajo se encuentren. Así como los principales conceptos religiosos y mitos fueron plasmados en la cerámica, los Mochicas también representaron sus rituales de manera detallada con la técnica llamada “línea fina”.