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Introducción

Sala E1

Hoy en día frecuentemente clasificamos toda representación de desnudez, de órganos genitales o de actos sexuales como una imagen de erotismo. Sin embargo, podemos intentar una diferente aproximación a la sexualidad al apreciar las representaciones de las culturas del antiguo Perú.

En las vasijas de cerámica que vemos en estas salas se plasmó la vida ritual y la mitología de las sociedades precolombinas, y también un detallado conocimiento del mundo y las relaciones entre los seres que lo habitan. Las actividades sexuales representadas en estas vasijas se refieren a estas relaciones e interacciones.

En el arte precolombino hay representaciones detalladas de los órganos genitales masculinos y femeninos que hacen alusión a la dualidad. También hay escenas en las que hombres y mujeres participan en actos sexuales, incluso con las divinidades y los muertos. Para comprender estas representaciones es importante tomar en cuenta el conjunto total de expresiones artísticas de las culturas precolombinas.

Esta sala de exposición presenta la selección de objetos arqueológicos de la colección del Museo Larco, que hiciera Don Rafael Larco Hoyle en los años 60 como resultado de sus estudios sobre las representaciones sexuales en el arte precolombino peruano y que publicara en su obra Checán (1966).

Esta exposición nos permite acercarnos a la cosmovisión o manera de ver el mundo de las sociedades del antiguo Perú. Al mismo tiempo, es una oportunidad única e interesante para acercarnos a la sexualidad, libres de nuestros propios mitos y prejuicios.

Cuerpo femenino y maternidad

Sala E1

A lo largo de 2000 años, el cuerpo humano, femenino y masculino, fue modelado en arcilla por los ceramistas precolombinos. El cuerpo humano tomó forma en vasijas ceremoniales por las cuales diversos líquidos circularían, activando y animando a estos objetos simbólicamente.

En la cerámica, la mujer será representada como una vasija receptora, pero también como un cuerpo generador de fluidos corporales. La mujer se representa tocada, acariciada, besada y penetrada. Las vasijas de cerámica nos muestran a la mujer fecundada, embarazada, pariendo, alimentando, nutriendo. También se le representa como una persona sexualmente activa, que propicia la emisión del líquido seminal de sus parejas masculinas.

Vulva antropomorfa
Sala E1, Vitrina E3
Cuerpo femenino
Sala E1, Vitrina E4
Mujeres amamantando
Sala E1, Vitrina E17

Unión sexual y fertilidad

Sala E1

Las representaciones sexuales en el arte precolombino están vinculadas a los ritos de fertilidad, de sacrificio y de culto a los ancestros y son una fuente muy importante de información para acercarnos a la cosmovisión de las sociedades del antiguo Perú.

En el mundo terrenal los seres humanos se unen para procrear. La unión entre hombre y mujer hace posible la vida. Se representa incluso a la pareja con el fruto de su unión en el lecho.

Los seres humanos también realizan actos sexuales que no llevan a la fecundación, como felaciones y sexo anal, actividades que vinculan simbólicamente el mundo de los vivos con el mundo de los muertos.

El mundo de abajo

Sala E2

En la cosmovisión andina, los seres que habitan los diferentes mundos se relacionan, e interactúan sexualmente entre sí.

Los muertos son mostrados como seres activos sexualmente, interactuando entre ellos y también con los vivos. Las actividades sexuales en las cuales están involucrados los muertos son no-procreativas, como las masturbaciones.

La finalidad de estas acciones no es la fecundación, sino la emisión de semen, que es el líquido que fertiliza, y que debe ser ofrecido a la tierra, donde precisamente habitan los muertos.

Rituales de unión sexual no reproductiva

Sala E2

En el arte precolombino también tenemos la representación de seres humamos involucrados en actos sexuales que no llevan a la fecundación, como el sexo anal, las felaciones y las masturbaciones. Estas prácticas sexuales rituales vinculan simbólicamente el mundo de los vivos con el mundo de los muertos. Es probable que estas prácticas esten asociadas a la época de inversión del orden en el calendario agrícola, cuando los antiguos peruanos reconocían la presencia de los ancestros en el mundo terrestre, a través de las lluvias y el agua presente en los ríos.

Cuerpo masculino y propiciación sexual

Sala E2

En estas salas del museo se muestra la dualidad complementaria de lo femenino y lo masculino, expresada en las formas e imágenes de las piezas de cerámica creadas por los artistas del antiguo Perú.

El hombre se representa como un emisor, un fertilizador, proyectando su virilidad y su potencia. El hombre también toca, acaricia, besa, así como es tocado, acariciado, besado. Se le representa también como un receptor pasivo de las acciones propiciatorias de sus parejas femeninas, en especial cuando se presenta como habitante del mundo de abajo, con características cadavéricas, situación que no es causa de su inhabilitación sexual.