En la cosmovisión andina, los seres que habitan los diferentes mundos se relacionan, e interactúan sexualmente entre sí.
Los muertos son mostrados como seres activos sexualmente, interactuando entre ellos y también con los vivos. Las actividades sexuales en las cuales están involucrados los muertos son no-procreativas, como las masturbaciones.
La finalidad de estas acciones no es la fecundación, sino la emisión de semen, que es el líquido que fertiliza, y que debe ser ofrecido a la tierra, donde precisamente habitan los muertos.