En el arte precolombino también tenemos la representación de seres humamos involucrados en actos sexuales que no llevan a la fecundación, como el sexo anal, las felaciones y las masturbaciones. Estas prácticas sexuales rituales vinculan simbólicamente el mundo de los vivos con el mundo de los muertos. Es probable que estas prácticas esten asociadas a la época de inversión del orden en el calendario agrícola, cuando los antiguos peruanos reconocían la presencia de los ancestros en el mundo terrestre, a través de las lluvias y el agua presente en los ríos.